La polémica de la semana: Cocktail

Título original: Cocktail

Año: 1988

Duración: 104 min.

País: Estados Unidos

Director: Roger Donaldson

Reparto: Tom Cruise, Elisabeth Shue, Bryan Brown, Lisa Banes, Kelly Lynch, Gina Gershon,Laurence Luckinbill

Sinopsis: Brian Flanagan (Tom Cruise), un joven ambicioso recién licenciado del ejército, trabaja como camarero en un local de copas de Nueva York para costearse los estudios. Gracias a los consejos de su jefe Douglas Coughlin (Brian Brown), se convierte en la atracción del local. Pero él aspira a abrir su propio local con el nombre de “Coktails y Sueños”. Para conseguir el dinero necesario se va a Jamaica a trabajar de camarero. Allí conoce a Jordan Mooney (Elisabeth Shue), una ingenua joven que está de vacaciones en la isla. (FILMAFFINITY)

Opinión: Seguramente si pensamos en una película de Tom Cruise, difícilmente Cocktail sería una de las primeras. Y a priori no tendría que ser así. Tiene muchos ingredientes para poder ser una de esas ‘míticas’ películas de los ’80: Tom Cruise, hecho un chaval. Elisabeth Sue, jovencísima. Música ochentera. Estética ochentera… Entones, cual es el fallo? Pues seguramente esos elementos, que a priori juegan a favor, se convierten en un obstaculo. Viendo esta película me vino a la mente, lo largos que debieron ser los ochenta si uno era lo suficientemente adulto. El final debió de ser bastante coñazo, porque los looks cada vez eran más horteras y la música también. Y las películas, como esta. Comienza bien. Pero llega un punto en el que por una pelea, Tom Cruise, se marcha a Jamaica, y de una película entretenida, se convierte en un drama. Bryan Brown, que hasta ese momento hacía el papel de mentor, se convierte en otro drama en sí mismo. Sus consejos ya no valen de nada y todo se va al carajo. En fin, que la peli tira por una vertiente lacrimógena, que a mi personalmente no me convenció. El sueño americano, en su vertiente mala, pero con happy end, claro. Además la voz del doblaje de Tom Cruise no le pega nada de nada.

Valoración: 4 sobre 10

Lo mejor: Bryan Brown, mientras hace el papel de maestro.

Lo peor: El final de los ochenta nos dejó cosas como estas. A veces, al revisitarlas, te queda un regusto amargo.